Dermatología General

Cáncer de piel. Melanoma y no melanoma

Cáncer de piel. Melanoma y no melanoma

El cáncer de piel es el más frecuente de los cánceres. Aproximadamente uno de cada tres nuevos cánceres es un cáncer de piel. 


¿Cuáles son las causas del cáncer de piel?
La principal causa del cáncer de piel es la sobreexposición a la luz solar, especialmente cuando ocasiona quemaduras y ampollas. La mejor defensa contra el cáncer de piel es evitar el sol. 
Otros desencadenantes menos frecuentes son: exposiciones repetidas (médicas o industriales) a rayos x, cicatrices de enfermedades o quemaduras, exposición a algunos derivados del alquitrán y arsénico e historia familiar de cáncer de piel.

¿Cuáles son los tipos más frecuentes de cáncer de piel? 
Carcinoma basocelular: es el cáncer de piel más frecuente aparece como una pequeña sobeelevación o una herida que no termina de curar, localizada en cabeza, cara, cuello o dorso de manos. Ocasionalmente puede aparecer en otras partes del cuerpo (tronco) como manchas planas.
Ocurre más frecuentemente en personas de piel, pelo y ojos claros, que no se broncean fácilmente. Este tumor va creciendo lentamente en meses o años, si no se trata puede sangrar, formar una costra y volver a sangrar. Aunque raramente de metástasis (diseminación a otras partes del cuerpo), si no se trata, puede extenderse más allá de la piel al hueso subyacente y causar daño local considerable. 
Carcinoma espinocelular: puede aparecer como sobreelevaciones o como placas rojas descamativas. Es el segundo tipo de cáncer de piel más frecuente en caucásicos. Clásicamente se localiza en el reborde de la oreja, cara, labios y boca. Se observa raramente en personas de piel oscura. Puede transformarse en grandes masas y a diferencia del carcinoma basocelular puede dar metástasis. La lesión precursora se llama queratosis actínica y debe ser tratada.
Tanto el carcinoma basocelular como el espinocelular curan en más del 90% de los casos cuando son oportunamente tratados. 
Melanoma: es el más agresivo de los cánceres de la piel. Se origina en los melanocitos, las células de la piel que producen el pigmento protector denominado melanina. Esta es la responsable del bronceado, actuando como una protección parcial contra el sol. Las células del melanoma generalmente continúan produciendo melanina, por lo que el tumor presenta distintos tonos de marrón o negro. El melanoma tiene tendencia a diseminarse por lo que es esencial su tratamiento precoz.
El melanoma puede aparecer súbitamente, sin aviso, pero también puede comenzar sobre un lunar. Por eso es importante que conozcamos la localización y apariencia de nuestros lunares y consultar al dermatólogo ante cualquier cambio. Otros signos de alarma son sangrado, picazón, molestias o dolor, hinchazón, aumento de la consistencia y progresión del color de un lunar a la piel adyacente.

FUENTE: www.cilad.org